viernes, 15 de mayo de 2009

Ritual de muertos (desde la agonía, hasta el levantamiento de Cruz y retirada de la arena).


Ritual de muertos (desde la agonía, hasta el levantamiento de Cruz y retirada de la arena).

Este relato sobre el ritual de muertos, es propio de la comunidad de Santiago Suchilquitongo, Etla, Oaxaca (ubicada a 20 Km de la Ciudad de Oaxaca); y fruto de la experiencia popular sobre el mismo, de la tradición de varios rezanderos de la comunidad y del trabajo realizado por un servidor, en este mismo servicio. Lo presentamos como un ejemplo de reinterpretar la religiosidad popular, para evangelizar desde ésta.

Cabe decir que solo relataré el proceso de lo que se hacía hasta el momento en que realicé éste servicio, lo elijo de esta forma por que es la enseñanza que me heredaron, la que reinterpreté (con la ayuda de la formación catequética que recibí, como catequista y el poco conocimiento de la Biblia); la que implementamos, pero principalmente la que permanece vigente; y porque no poseía las herramientas que ahora he recibido. Además porque espero, sea una motivación a mejorarla, tomando en cuenta cada una de las realidades actuales, así como las reflexiones teológicas.

Antes de describir este ritual, cabe señalar algunas características culturales propias de la comunidad, a saber:


"Los entierros zapotecas de los antepasados, presentan ofrendas: comida, vasijas con agua, algún animalito de su preferencia, pero eso si, las vasijas, rotas, pues se supone que también deben de morir para acompañar al difunto al mas allá... Una vez vi, ahí donde vive mi suegra, que abrieron una tumba para enterrar a una persona, pero había estado ocupada con anterioridad, y salieron los huesitos de una niña; lo supimos porque estaban algunas cosas de juguete: jarritos, y trastes pequeños, pero lo más sobrecogedor fue, que salió un juguete de ella, un animalito de plástico....
Existía la creencia de que todos los humanos en vida, debían de cuidar un perro de color negro al que no debían de maltratar, pues era ese can, el que los guiaría al mas allá y el único que los ayudaría a atravesar el RIO DE SANGRE. Su pelaje al ser negro, no se mancha con la sangre del rio.
En el barrio “Atayuco” (y una vez lo vi en Tlaltinango), ponen un perro negro de cerámica, en el altar de muertos.

Nuestras costumbres están muy mezcladas,… originalmente fue nuestro pueblo zapoteca, (cuando vivían en el "CERRO DE LA CAMPANA") después fue conquistado por los mixtecas, (de ahí que LA TUMBA 5 esté tan ornamentada con pinturas murales que son la característica de ese pueblo) la prueba de ello es que los barrios de la SANTA CRUZ y el ATAYUCO son barrios de origen mixteco con nombres en mixteco; y finalmente conquistados por los aztecas o nahuas quienes nos heredaron el nombre. Con la conquista española, las costumbres prehispánicas de nuestros antepasados sufrieron un cambio hasta llegar al sincretismo que se observa actualmente y que sigue nutriéndose de numerosas influencias (algunas no tan benéficas)".




A pesar de lo mencionado, el rito mantiene vivas algunas tradiciones y costumbres, que trataremos de mencionar, pero con algunos significados de acercamiento prehispánico y con el intento de un significado “cristiano”.

Cabe señalar que como característica de toda fiesta oaxaqueña, el fallecimiento de alguna persona de esta población u en otra (con características propias de cada una de ellas), tiene la peculiaridad de ser un momento de encuentro, de ayuda mutua, solidaridad (Guelaguetza, Guilagueza, o como en nuestra comunidad se escucha de manera espontánea y poco común: Dilaguetza), y unidad entre los miembros de la comunidad sin distinción de credo o clase social.

I. Ayudar a bien morir.

Este rito: ayudar al moribundo a bien morir, consiste en ayudarlo a pasar de esta vida a la otra (en un clima de oración familiar alrededor del moribundo).

Se hace lo siguiente:
1) Buscar un rezandero para que realice el rito.

2) Se prepara una vela de cera de abeja y un crucifijo, los cuales el moribundo sujetará en sus manos, ayudado por un familiar, mientras está en agonía. La vela recuerda la luz de Cristo que lo iluminará en este momento, pues se tiene la creencia que es el momento en que el diablo hace lo posible para ganarse su alma.

El papel del rezador es ahuyentarlo por medio del rezo del exorcismo, de la letanía de los santos y de la virgen, y jaculatorias como: “Jesús, José y María, ayúdale en su última agonía”. Mientras tanto un familiar rocía agua bendita alrededor del cuarto donde está el moribundo, por dentro en los cuatro puntos cardinales (esquinas del cuarto), y por fuera alrededor de la casa, en puertas y ventanas.

3) Se pone al moribundo en el suelo, para que al morir lo reciba la tierra. Se cree que de la tierra nace la vida mortal y la vida a la región de los muertos (Mictlán) .

4) Cuando muere, se amortaja el cuerpo con la ropa propia del finado(a) (en algunos casos prevista por la misma persona en vida: una muda de ropa nueva, sin faltar su sombrero u rebozo, según sea el caso), se tiende el cadáver en el suelo sobre una cruz de cal; y de cabecera dos ladrillos; se adorna con flores y cuatro velas (si es angelito –niño(a)- flores de color y si es adulto, flores blancas), se pone agua bendita para rociar al cuerpo, una lámpara de aceite (signo del bautismo), y se coloca la vela del alma (la que alumbró al finado(a) en su agonía) la cual se prenderá sólo en el momento de la letanía de los rezos; también es importante que se ponga un vaso de agua para que el finado, en su viaje a la otra vida, no pase sed. Cabe señalar que después se pone el cadáver en la caja, pero la cruz permanece debajo de ella.

II. Velación del difunto(a), camino al panteón y cristiana sepultura

Al morir la persona y expuesta para su velación (cuestión de segundos), se anuncia su fallecimiento a la comunidad por medio de tocadiscos (aparatos de sonidos, bocinas), y se hace la invitación a echarle agua bendita a la persona que en vida respondió al nombre de X, es aquí donde se vive la comunión fraterna por medio de la Guilagueza, ya que todas las personas son sensibles a la invitación y llevan ayuda como: frijol, maíz, arroz, leña, mezcal, o simplemente sus manos para ayudar en los quehaceres. Con forme llegan, dan el pésame a los familiares, entregan su ayuda y cumplen el rito de persignarse ante el difunto(a) y rociarlo con agua bendita, para que ya bendito pueda entrar al cielo. No se vela el día en que muere, sino al otro día, en el primer día solo se reza un rosario .

Velación: esta se caracteriza por rezos propios (rosarios de difuntos), tres rezos en los cuales se celebran los misterios, primero los gozosos, segundo los dolorosos y tercero los gloriosos, con cantos propios de difuntos que reflejan lo que se celebra en los rezos, gozo, dolor y alegría. Al final de cada rezó se comparte el agua y la sal .

Al día siguiente de la velación se despiden los familiares del finado (a) y se rezan los ritos de despedida, oración propia. Para salir rumbo al templo y posteriormente al panteón, cabe señalar que cuando sale cuerpo, se reviste con flores la cruz de cal que estuvo bajo el finado (a) (lo hace un compadre del mismo(a), hombre o mujer según sea el caso). Previo a esto, se le pone en el caja del muerto, una muda de ropa limpia (o toda su ropa), su sombrero a los pies si es hombre y su reboso si es mujer (el reboso es puesto como cuando se iba a misa) y sus huaraches o zapatos, unos canutitos de carrizo llenos de agua bendita en cada una de las esquinas de la caja, para la protección del finado (asemeja a los cuatro puntos cardinales).



El testimonio de la profesora Minerva lo comprueba:


"Del pueblo te diré que conozco muy poco de las costumbres, porque no me gusta ir a los dejuntos, pero de lo poco que vi cuando murió mi padre, es que se les pone agua, unas monedas, pero no se cuantas, su sombrero y una muda de ropa limpia.
Se supone que van a viajar y por eso se les acomodan esas cosas.

En cuanto al papá de mis hijos, ahí si vi, que todos sus familiares se fueron a despedir de él; le hablaron, lo bendijeron. Entre las cosas que le pusieron en su caja estuvieron:
Una servilleta con tortillas pequeñas (casi de juguete) a las que les pusieron frijoles; agua, sus huaraches y ropa".



En el templo, lo peculiar (era y es), el hecho de ir a despedirse a este lugar, pero como un intento de cristianización se ha implementado una celebración de la palabra de Dios, siguiendo el manual conocido, pero con las serías limitaciones de no poder profundizar más en la reflexión, pues todo esto lo realiza el rezador y no se le ha catequizado adecuadamente, sólo a lo que el Espíritu le ilumina (y vaya que sí).

En el Panteón lo esencial es la bendición del sepulcro y entregarlo a la tierra: con el sentido de que polvo es y en polvo se convertirá; se reza el De profudis, y la oración que dice así: no os acordéis Señor de sus pecados cuando vengáis a juzgar al mundo con Fuego, Señor dirigid sus pasos por el camino de la Ley santa, para que obre bien en vuestra presencia, cuando vengáis a juzgar al mundo con fuego, Kyrieleisón, Christeeleisón, Kyrieleisón, de las puertas del infierno…, descanse en paz…; se ha querido implementar las exequias en el panteón, pero con las mismas limitaciones.

III. Novenario

El novenario se comienza el mismo día y es el rezador el que anuncia los rezos, es portavoz de la familia doliente y el que da las gracias a los asistentes. También es una persona importante en la comunidad por este servicio que presta.

El rezo del novenario se realiza en el mismo lugar donde fue velado(a) el finado(a) y se le reza a la cruz de cal que fue revestida de flores, esta cruz se revestirá cada día con flores de colores que reflejen los misterios del rosario que corresponden al día (gozosos: colores claros; dolorosos: colores tristes (morado, rojo, por la sangre de Jesús); violeta y gloriosos: blanco o blanco y rojo), como lo muestra la imagen de la cruz (Imagen 1).



Son nueve días porque refleja los escalones de la cultura zapoteca para entrar en el Mictlán, pero el sentido que se le ha dado, teniendo en cuenta que la muerte es un nacimiento a la vida de Dios, los nueve días son los nueve meses en que Jesús permaneció en el seno de la virgen maría, así el finado nacerá a la vida de Dios, junto con Jesús.

Forma de adornar la cruz de cal, durante los nueve días, esta hace alusión a los misterios dolorosos. Lo muestra la cruz morada al centro del corazón.



(Imagen 1, forma de adornar “La Cruz”).
IV. Levantamiento de la cruz


Tres días antes de terminar el novenario se elabora la cruz que se va a levantar al final de éste. El rezador junto con los familiares se reúnen alrededor de la cruz de cal y la levantan con el ritual de “levantar la cruz”, para que después el rezador pueda trabajar en el lugar en donde estuvo tendido el cuerpo del finado. (La cruz se muestra más abajo, imagen 2).








Ultimo día del novenario.

En éste, se rezan tres rosarios y al final se “levanta la Cruz”, para ello se buscan seis padrinos, estos representan los seis sacramentos que en vida tuvo el finado, cada uno de ellos levantaran una de las cinco llagas representadas en la imagen de la Cruz (corona de espinas, clavos de la mano derecha e izquierda, la llaga del costado y la de los pies, el sexto levantara la cruz de cal donde estuvo el cuerpo.
En el último día, reunidos familiares, personas de buena voluntad que acompañan y los padrinos de la cruz, antes de comenzar con el primer rosario, el rezador explica todo el significado de la imagen de la cruz, así como el compromiso que adquieren de velar y cuidar el alumbramiento de la misma:




(Imagen 2: Cruz terminada para el levantamiento de la misma)



(Imágenes del día del levantamiento de la cruz, explicación del contenido de la cruz)

Esta cruz es la imagen de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, comienza con el domingo de ramos (representado en las palmas), está el gallo: que recuerda la negación de Pedro, la crucifixión de Jesús y al pie de la Cruz el discípulo Juan, la Virgen María (en su advocación de la soledad, patrona de los oaxaqueños) y María Magdalena; la escalera recuerda el descendimiento de la Cruz (del cuerpo ya muerto de Jesús) . Las flores simbolizan la alegría de la resurrección del Señor y los dos ángeles son los que estaban a la entrada del sepulcro y los que hablaron con las mujeres el día de la resurrección. El número de los padrinos también se relacionan con las tres mujeres que estuvieron al pie de la cruz, con Juan y con los dos varones que bajaron a Jesús (por eso también tienen que ser seis).
También (la cruz) es el resumen de los misterios que se rezaron a lo largo del novenario (gloriosos, dolorosos y gozosos). No puede faltar el copal, perfume de los dioses (zapotecas) y por medio del cual la oración sube hasta nuestro padre Dios.

Después de los tres rezos se procede al levantamiento de la Cruz, este se realiza siguiendo el ritual que más adelante escribiré y cada uno de los padrinos levanta una llaga de Jesús, como lo muestra la imagen (con unas escobetitas de palma bendita y cucharitas).

Se reza la oración que corresponde a la llaga, después se recoge la imagen de la mano o la corona, según se indique, mientras se canta un canto propio a la llaga. Lo que se junta es la pura imagen y se deposita en un tenate (recipiente de palma en donde se deposita toda la cruz para llevarla al panteón).

Al término del rezo de las cinco llagas (corona de espinas, manos, pies y costado). Se levanta el resto de los dibujos con el canto de levántate alma cristiana, como lo muestra la imagen.






Padrinos levantando el resto de la cruz, para que al final se junte todo en el centro y se haga una especie de cerro, en donde se pondrá y quemara toda la cera que recibió la cruz durante el novenario.

El cerrito representa al monte calvario, y durara cuarenta días en espera de la ascensión de Jesús. Estos cuarenta días recuerdan los días en que Jesús se apareció a sus discípulos, después de su resurrección y se relacionan también con los cuarenta que estuvo en el desierto antes de su predicación, por eso se les invita a los familiares que durante estos cuarenta Días se sigan reuniendo para pedir por el descanso de su familiar y para meditar en la Palabra de Dios.





Ya que se levanto la cruz, se hace la adoración de la misma, recordando la que se realiza el viernes santo. Después de ella se sale en procesión al templo y posteriormente al panteón.
En el panteón se retoma el pasaje de que el que quiera seguir a Jesús, que tome su Cruz y le siga. Posteriormente, se regresa a la casa a compartir el agua y la sal; a dar el agradecimiento a los asistentes, recordemos que es en un ambiente de fiesta. Por ello se da el compadrazgo entre los hijos del finado y los padrinos de la levantada de cruz.
Rosario propio de difuntos :

1. (De rodillas ante la cruz de cal) Ave María purísima…
2. Señal de la Cruz
3. V. Señor abre mis labios, R. Y mi lengua anunciará tu alabanza,
V. Dios mío ven en mi auxilio, R. Señor date prisa en socorrerme
4. Gloria al Padre…
V. Dispón, Señor, mi corazón para con la abundancia de tu gracia para que consentimientos de fe, caridad y comprensión, penetrando en la penosa cárcel del purgatorio, pueda procurar a los fieles difuntos la mayor abundancia de sufragios, que redunde en favor suya, gloria vuestra y provecho de mi pobre alma.

Acto de Contrición: Adorable Señor y Redentor mío, humildemente postrado a vuestras soberanas plantas, os suplico que os dignéis atender las plegarias de este pobre pecador, que, arrepentido de sus culpas, espera misericordia y gracia. Os lo pido, Señor, para vuestra gloria, bien de mi alma y para que este Rosario sea aceptado y sirva para alcanzar sufragios, que os ofrezco a favor de los fieles difuntos. Amén.
Después de casa misterio se hace un canto y la jaculatoria propia de cada misterio.

Misterios Gozosos (para lunes y jueves)

Primer misterio: anunciación del ángel y Encarnación del Verbo Divino.
¡Oh! María dulcísima, consuelo de las almas este padre nuestro y diez ave Marías te ofrecemos al gozo que tuviste cuando saludada del ángel te anunció la Encarnación del Hijo de Dios en tus entrañas; por El te suplicamos, que el alma de nuestro hermano (a) (N) y las demás del santo purgatorio, reciban de los ángeles por tu intercesión, alegres nuevas de la gloria, a donde vayan a descansar por todos los siglos. Amén. (Padre nuestro, diez Ave Marías, Gloria y Dale Señor el descanso eterno…
Virgen divino sagrario, vuestros gozos cantaremos y en ellos meditaremos los misterios de este rosario (esto se reza después del canto y antes de anunciar el siguiente misterio).

Segundo misterio: Visitación de Nuestra Señora y Santificación del Bautista
¡Oh María, refugio de pecadores!, este padre nuestro y diez Ave Marías te ofrecemos al gozo que tuviste cuando visitando a santa Isabel fuiste de ella conocida por Madre de Dios, y el niño Juan libre de las prisiones de la culpa saltó de gozo, por este gozo te suplicamos visites y consueles el alma de nuestro hermano o hermana (N) y las demás del santo purgatorio, y las libres de las prisiones que padecen, y salgan libres a la gloria. Amén.

Tercer misterio: El nacimiento del Hijo de Dios.
¡Oh María, estrella del mar, norte fijo de la Iglesia este padre nuestro y diez ave marías te ofrecemos al gozo que tuviste cuando naciendo de tu vientre, como de la aurora el Sol de justicia, Cristo alumbró a los que estaban en tinieblas; por él te suplicamos, que el alma de nuestro hermano (a) (N) y las demás del santo purgatorio, merezcan por ti. Salir de las tinieblas de aquella oscura cárcel, a los resplandores de la gloria. Amén.

Cuarto misterio: Presentación del niño Jesús en el Templo y purificación de nuestra Señora
¡Oh purísima María, que sin obligarte la ley de purificación. Presentaste a tu santísimo Hijo en el templo con especial gozo de haberlo reconocido por verdadero Dios!, este padre nuestro y diez ave marías te ofrecemos y suplicamos, que el alma de nuestro hermano (a) (N) y las demás del santo purgatorio, sean purificadas en el templo de la gloria. Amén.

Quinto misterio: del niño perdido y hallado en el templo
¡Oh María, seguro medio para hallar al Jesús este padre nuestro y diez ave marías te ofrecemos, al gozo que tuviste hallando en el Templo al Niño Dios, sin culpa tuya perdido, por él te suplicamos que el alma de nuestro hermano (a) (N) y las demás del santo purgatorio, tengan por tus ruegos el alivio en sus penas gozando a Jesús en el templo de su gloria. Amén.

Ofrecimiento: Señor mío Jesucristo, Redentor y Salvador de nuestras almas, que con el precio infinito de tu pasión santísima fundásteis vuestra Iglesia, enriqueciéndola con un caudal interminable, cuáles son los trabajos, lágrimas, suspiros, dolores y muerte que sufriste en vuestra dolorosísima pasión, con el total derramamiento de vuestra preciosísima sangre; a lo que quisiste añadir el valor todo del casi infinito mérito de vuestra Madre María santísima, con todos los méritos de todos los santos de vuestro palacio celestial, para que con esto tuvieran valor las pobres oraciones que os ofrecemos. Y dándote inmensas gracias por tan grande benignidad, te ofrecezco esta estación, conformándome con la intención de vuestro vicario el Romano Pontífice, despensero de vuestro tesoro par que por ella logren la libertad y alivio las almas benditas del purgatorio. Apáguese Señor, con el rocío de vuestra sangre aquel fuego que padecen y los infinitos méritos de vuestra pasión que fueron su rescate sean ahora los de su libertad; siendo sus poderosos intercesores los innumerables de vuestra cándida Madre y santos de vuestra gloria, pues a este fin los dejaste a vuestra Iglesia; extendiendo mi petición a toda ella, rogando os la conservéis en paz y la defendáis de todos sus enemigos, y que su cabeza visible sea amada, temida y obedecida; que los justos permanezcan en su fidelidad; que los pecadores detesten sus vicios haciendo penitencia de ellos, que los afligidos tengan el socorro y alivio; que las religiones mantengan su pureza y los eclesiásticos mantengan su virtud y santidad, que los cautivos logren su libertad y los pobres su socorro, que los reyes católicos se mantengan en concordia y unión; que los gentiles y herejes se conviertan; y en fin, que obre en nosotros su efecto vuestra santísima sangre que derramasteis en vuestra pasión, para que cuando se nos llegue nuestra muerte, sin detenernos en el purgatorio, vayamos a alabaros y bendeciros y glorificaros eternamente en vuestra gloria. Amén Jesús.

Salutación
Dios te salve María Santísima, hija de Dios Padre. Virgen purísima antes del parto; Ave María, etc.
Dios te salve María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen purísima en el parto. Ave María, etc.
Dios te salve María Santísima, Esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen purísima después del parto. Ave María.
Dios te salve María Santísima, templo, trono y sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen concebida sin pecado original. Amén. Gloria al Padre…

Salve Regina.

Letanía

Oración: bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies las oraciones que te hacemos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita. Ruega por nosotros santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Sea eternamente bendito y alabado el Santísimo Sacramento del Altar, y la limpia, pura e inmaculada Concepción de Nuestra Señora la Virgen María, Madre de Dios y madre nuestra, concebida sin mancha de pecado original, desde el primer instante de su ser natural para ser Madre de Dios, Señora y Abogada nuestra. Amén.
La señal de la cruz y Ave María purísima…
Levantamiento de la Cruz

1. Plegaria:

A tí Virgen Santísima te suplicamos pidas a tu Hijo Jesús que nos mande el consuelo, al levantar de este suelo esta Santa cruz en la que fue tendido el cadáver de nuestro hermano (a) (N).

Oración:
No. 1. ¡Oh Señor y Dios omnipotente! Os suplico por la preciosa sangre que derramó vuestro Santísimo Hijo cuando le pusieron la corona de espinas, saquéis las almas del purgatorio. Y en particular el alma de tu siervo (a) (N) y la que debiere ser la última de todas en salir, para que no tarde tanto en alabaros y bendeciros eternamente en la gloria, Amén.
Canto: Por vuestra sangre Señor, por las espinas vertidas. Concédeme vuestro amor, y no permitáis que sea, Ingrato a tanto favor. (Se borra o levanta el número 1)

Oración:
No. 2. ¡Oh Señor y Dios omnipotente! Os suplico, por la preciosa sangre que vuestro Hijo derramó de su santísima mano derecha, saquéis las almas del purgatorio y en particular el alma de tu hijo (a) (N) y las que están más olvidadas, y llevadas al descanso eterno, para que allí os alaben y bendigan eternamente. Amén.
Canto: pues por mi remedio es hecha, la llaga que me mostráis. Pido al dar la cuenta estrecha, En que en ella me pongáis. A vuestra mano derecha. (Se borra o levanta el número 2).

Oración:
No. 3. ¡Oh Señor y Dios omnipotente!. Os suplico, por la preciosa sangre que vuestro Hijo derramó de su santísima mano izquierda, saquéis las almas del purgatorio, y en particular el alma de tu hijo (a) (N) y las que estén próximas a subir al eterno descanso, para que así empiecen cuanto antes a alabaros y bendeciros eternamente. Amén.
Canto: Por la de la mano izquierda, Que os hizo el clavo cruel. Que tu dolor me recuerda, clavadme con ella en él, para que yo no me pierda. (Se borra o levanta el número tres).

Oración:
No. 4. ¡Oh Señor y Dios omnipotente! Os suplico, por la preciosa sangre que salió del costado de vuestro Santísimo Hijo en presencia y con grandísimo dolor de su Santísima Madre, saquéis las almas del purgatorio, en particular la de tu hijo (a) (N) y la que haya sido más devota de esta gran Señora, para que cuanto antes vaya a vuestra gloria a alabaros en ella, y a ella en Vos, por todos los siglos y de los siglos. Amén.
Canto: Por la del costado abierto, que muerto la lanza abrió; y sea mi seguro puerto, Haced que no tenga yo, que sentir después de muerto. (Se borra o levanta el número cuatro).

Oración:
No. 5. ¡Oh Señor y Dios omnipotente! Os suplico, por la preciosa sangre que vuestro Santísimo Hijo derramó desde el árbol de la Cruz, especialmente de sus sacratísimos pies, saquéis las almas del purgatorio, en particular el alma de tu hijo (a) (N) y aquellas por quienes tengo mayor obligación de rogaros, para que no queden allí penando por mi culpa, ni sean privadas de alabaros y bendeciros eternamente en la gloria. Amén.
Canto: Por las llagas que sangrientas, en los pies Señor tenéis, Que tanto el perdón me alienta, pido mi Dios que ajustéis, con esa sangre mi cuenta. (Se borra o levanta el número 5).

Después entre todos, se levantan los demás dibujos de la Cruz. Mientras se canta levántate alma cristiana:




Levántate alma cristiana, despierta si estas dormida
Que dios te viene buscando y a su gloria te convida.
Este es el último aviso, no te aguardes a mañana
Pues te dice Jesucristo, levántate alma cristiana.
Oye sonar la campana, que te llama muy veloz
Venid pecador por Dios, levántate alma cristiana, etc.

Para la adoración de la cruz se canta:

Que viva y que viva la cruz sacrosanta.
Que viva y que viva y quien la llevó (2).
Venid oh cristianos la cruz adoremos
La cruz ensalcemos que al mundo salvó (2).
Recibe cruz santa mis brazos cansados
Y en ti asegurados alcancen a Dios (2).


Comentarios finales:

Respecto a la Guelaguetza o con las variantes del vocablo o empleo popular de la misma, consiste en la ayuda mutua, el compartir, y lo que anteriormente mencioné respecto a ella. Pero cabe señalar que en el ámbito teológico es importante rescatarlo, pues se apega más a la enseñanza de Jesús de compartir la vida y todo lo que somos, entre hermanos, que al mismo tiempo la dilaguetza es un acto para fraternizar, es decir sentirnos hermanos todos sin distinción de credo religioso (que implica un pensamiento distinto, pero no egoísta; en aceptar a los demás como son y no forzarlos a que sean como nosotros quisiéramos que fueran; que implica el bienestar y la preocupación de todos y no nomas de los nuestros, pero principalmente reconocernos como hermanos, no importando la idea de Padre “Dios” que tengamos mientras la hermandad no haga distinciones y este dispuesta a caminar juntos), cosa que hemos perdido por el afán de defender una religión que se aparte de la realidad del hombre mismo y se queda en el plano místico, económicos y de intereses egoístas y en esto estamos implicados todos y no solo nuestros dirigentes religiosos.

Jesús vino a dar vida y a que nosotros demos vida en abundancia, por ello como Cristianos católicos u otros, sino rescatamos las costumbres y tradiciones de nuestro pueblo que celebren, compartan y den vida a nuestros hermanos, recobrando su sentido original y sin buscar otros intereses económicos y egoístas, con vistas a buscar el progreso de nuestra comunidad y de cuidar nuestra tierra como la casa donde habitamos, y si no nos vemos como iguales, no merecemos llevar ese nombre, ni mucho menos proclamar un Dios proselitista.

Cabe señalar que el rezador hacia este servicio como tal, sin cobrar, y esto porque si en vida recibimos favores y nos son agradecidos, pues cuanto más seremos agradecidos con aquellos que ya se nos han adelantado, se tenía la creencia que las almas de los difuntos por quienes uno pedía ellos cuidan y protegen a aquel que pide a Dios por su descanso. Ojalá nuestros rezanderos retomaran esta idea y no lucren o se excedan con este servicio.

Respecto al rezador que habla en nombre de los familiares, este asume el papel de “chagule”, termino empleado en la comunidad, para más información sobre este término ver: http://mx.geocities.com/binnigulazaa/principal